MEDITACIONES DE UN "CONFINADO" (2020/2025)

 

7. FILOSOFIA Y COVID


 

Vamos a comentar un poco por encima en esta última Entrada tres textos distintos escritos por tres pensadores de trayectorias diversas y diferentes modos de encarar la realidad, pero por ello mismo pertinentes en la tarea de esclarecimiento de la verdad sobre el Daemon vírico (la Pandemoniada como fenómeno epocal) sus precedentes y sus consecuencias.

Fueron leídos por nosotros en pleno Confinamiento vorazmente reflexivo por nuestra parte. No están agotados supongo, así que…

Por orden de lectura en primer lugar (2021) tenemos el texto de Jordi Pigem, filósofo y escritor español, (Barcelona 1964: este es de mi quinta) Pandemia y Posverdad.

El segundo Pandemia. La covid-19 estremece al mundo, muy publicitada obra del filósofo esloveno Slavoj  Zizek (2024

El siguiente (2022) una recopilación de textos breves casi a modo de diario por mano del filósofo y filólogo italiano Giorgio Agamben (Roma, 1942) titulado ¿En qué punto estamos? La Epidemia como Política.

 


***

La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial es el revelador subtítulo del libro de Pigem prolífico autor catalán uno de cuyos ensayos Técnica y Totalitarismo fue editado apenas un año después y que comentaremos en otra ocasión

Uno de los aspectos centrales del texto aquí presentado es el concepto de Gran Reset relacionado con la Cuarta Revolución Industrial, y sintetizados por aquello que llamaríamos Doctrina Davos/Gates

El Gran Reset y la Curta Revolución Industrial podría hacer suyo el lema del tecnocrático Estado Mundial de Un mundo feliz. COMUNIDAD, IDENTIDAD, ESTABILDAD. (p.45)

Es la distopia de Huxley que acertadamente el autor señala como la propia de nuestro sistema social por encima del orwelliano “Gran Hermano” tan conocida.

La capacidad critica queda enturbiada por el miedo, ya sea el miedo a un tirano o el miedo a un virus (46)

.

Pero la cosa es más complicada o más simple según como se mire:

No poseerás nada y serás feliz (p.45)

Nos recuerda Pigem citando el ya famoso documento del 2020 a cargo del Foro Económico Mundial.

Pero hay algo peor: “No producirás riqueza alguna fruto de tu trabajo y no te quejarás: se acabó tu alienación

Me explico.

Hace casi cien años que un escritor franco-británico, Hilaire Belloc, publicó un ensayo visionario sobre la evolución del capitalismo El Estado Servil afirmando en qué consistía la disyuntiva fundamental de nuestro tiempo:

La esencia del capitalismo radica en su negativa a conceder la propiedad a la mayoría en porciones significativas, y en la declinación de las pequeñas haciendas

Esto está escrito en 1927. No habían nacido ni Soros ni Schwab.

Tiene sentido. Es la misma naturaleza del sistema capitalista la que lo convierte en depredador monopolista y enemigo jurado por tanto de la propiedad tanto privada como individual. Algo que mantenía también José Antonio Primo de Rivera (aquí citamos a quien nos de la gana…) para escándalo de propios y extraños

 

Si no restauramos -afirmaba Belloc- la institución de la propiedad, no podemos menos que restaurar la institución de la esclavitud. No hay otra salida

Las consecuencias de este nuevo esclavismo son evidentes cuando analizamos el papel que juega en la actualidad a la lobotomía emocionalista de la sumisión Resiliente y la Empatía servil, los dos látigos de la neoeconomia ciborg.

 

Por consiguiente, regular la producción de la riqueza es regular la vida humana misma. Negar al hombre la oportunidad de producir riqueza es negarle la oportunidad de vivir.

Hoy el homo Faber está en fase de extinción. Se le está atando a, las cadenas de los Big Data y de la estupidez “inteligente”. No conoce lo que hace; no puede producir riqueza

El texto de Pigem es menos interesante que el conjunto de su obra de la que daremos cuenta en un siguiente documento.

Prosigamos.

***



Slavoj Zizek (lo pongo así porque el apellido tiene puntuaciones jodidamente raras para mí) es un filósofo con manual de uso para las nuevas generaciones de “fracasados de izquierdas” que haberlas haylas: o sea una “Ayn Rand” con barba de nueve semanas y media. (sobre los fracasados de derecha hablaremos largo y tendido en otra ocasión con permiso de Lisa Simpson)

Psicoanalista de cabecera del entonces a la vicepresidente del Gobierno de la Pluriespaña de la “Nueva Normalidad” Pablo Iglesias Turrión.

Este pensador esloveno practica un “leninismo jocoso” que a mí me parece “chachiguays” porque eso no hace daño a nadie en principio, y como dijera el maestro Ortega “la claridad es la cortesía del filósofo”; y en el pantanal de la pandemoniada el colega Slavoj es muy claro, transparente, lo cual que se agradece.

Básicamente el estremecido autor de Pandemia ve una oportunidad de “oro” en la crisis del Covid 19 para entrometer su mercancía ideología averiada en plena vorágine de destrucción social y material provocada por la epidemia del siglo

Tal como reza el dicho: en una crisis todos somos socialistas (p.99)

Ignoramos que existiera este “dicho”. y que el dicho “dicho” tenga sentido en los tiempos que corren y han corrido desde entonces.

No se ha visto ningún “socialismo de crisis”; antes, al contrario, se ha recrudecido un capitalismo vírico con sus campos de internamiento y sus practicas de control social y vacunación represiva.

Hablando de “represión”, hay un capítulo en su obrita cuyo título lo dice todo rememorando una famosa obra de Foucault:

¿VIGILAR Y CASTIGAR?¡SÍ, POR FAVOR! (Cap.8)

El pensamiento reaccionario-desiderativo constituye -lo advertimos- el meollo de la filosofía pandemoniaca de este dialectico circense

El coronavirus también nos obligará a reinventar el comunismo basándonos en la confianza de la gente y en la ciencia (p.46)

 

Reinventarse a sí mismo cotidianamente es el núcleo de la Inteligencia emocional del Estado Servil tal como se presenta hoy y aquí ahora; es decir el CAPITALISMO empático y empoderado. Y con el “estado” -servil por supuesto- y mi amigo Slavoj lo proclama como un Guardia Rojo de Visa Oro

(…) más que nunca necesitamos un estado que” funcione”, en el que se pueda confiar, al menos hasta cierto punto…

Muy bien. ¿pero hasta qué cierto punto?

…Ahora estamos obligados a admitir que la ciencia moderna, a pesar de su ocultad tendenciosidad, es la forma predominante de universalidad transcultural. La epidemia proporciona una magnífica oportunidad para que la ciencia reivindique este papel (p.132)

“Obligados”. literalmente según nos anuncia este “Hegel” de la Cienciología Absoluta al servicio absoluto del biopoder de lo Contra Humano.

Blanco y en botella.

Creo que queda meridianamente claro cuál es el papel lamentable que corresponde a esa dialéctica mercenaria totalmente asumida por una pseudoizquierda derrotada, pesebrera, vendida, patética que no solo no ofrece en realidad alternativas universalistas como correspondería ética y antropológicamente para enfrentar el desafío del nihilismo y sus violentas distopias, sino que asume la ideología Biopolitica como única alternativa posible (y rentable) para mantenerse en la traición subvencionada.

Basura.

***


Giorgio Agamben, (Roma 1942) quizás uno de los mas reputados pensadores de nuestro tiempo es el siguiente de nuestra lista.

Estos escritos, lo dijimos ya fueron fruto de sus reflexiones persónalas plasmadas en el papel a escasos meses de iniciada la Pandemia y es un lúcido análisis acerca de la “condiciones éticas y políticas de la mal llamada pandemia.”

Pero no solo eso:  en este ensayo se trata de “definir la transformación de los paradigmas políticos que las medidas de excepción iban delineando”

Ya recordaran ustedes/vosotros lo afirmado en anteriores entradas sobre el aspecto antropofágico de la pandemoniada

Nuestro prójimo ha sido abolido (p.21)

Nadie que haya vivido los primeros meses e inmediatos años desde 2020 no puede no debe no tiene derecho alguno a olvidar hechos y conductas que no deberían repetirse, pero existen sospechas y más que sospechas de que no esta muy lejos en el tiempo y en el espacio que so capa de las nuevas guerras de exterminio hibridas, inteligentes con las novísimas tecnologías a ellas agregadas son armas como cualquier otra la operación Biopolitica totalitaria volverá por sus fueros

Una sociedad que vive en un estado de emergencia perpetua no puede ser una sociedad libre (p.24)

Estamos en guerra ya sin saberlo o sin querer saberlo. El que venga detrás que arree

No sorprende -continua Agamben- que a causa del virus se evoque la guerra. Las medidas de emergencia nos obligan de hecho a vivir bajo condiciones de toque de queda (…)

Pero no una guerra cualquier. La peor de todas ellas porque

(…) Es en verdad una guerra civil. El enemigo no está fuera, está dentro de nosotros (p.25)

“Guerra civil global”, llamó Carl Schmitt a la Guerra fría (para nosotros Tercera Guerra Mundial-Industrial) ¿Cómo llamar a lo que estamos viviendo en este mismo instante a todos los niveles tanto tecno militar como biopolítico o geoestratégico

De donde el Estado de Excepción de schimitiano, pero ya transformado en permanente por la “religión de la salud que los gobiernos nos proponen”, como acertadamente afirma el filoso italiano.

En efecto

(…) el uso del estado de excepción como una estratagema y la imposibilidad de gobernar de otro modo que a través de él coinciden. […] El estado de excepción se vuelve en este sentido el estado normal y quien gobierna en ningún caso puede gobernar de un modo diferente” (p.153)

Aquí el papel decisionista del soberano queda como un poco mucho desdibujado. Propio de la servidumbre del estado mercado marionetas y marionetistas son intercambiables dentro de la “nueva normalidad” que es la excepcionalidad indefinida  

No olvida abordar nuestro autor el caso de la introducción en algunos países de nuestro entorno (verbigracia, Italia) del llamado Green pass esa especie de permiso de circulación y trabajo solo para los vacunados con exclusión de todos los demás, es decir una autentico muerte civil para unos y servil existencia para todos. Así lo enfatiza nuestro autor

El propósito que siguen los gobiernos con el pase es, de hecho, un control meticuloso y absoluto de los de los ciudadanos, completamente análogo al pasaporte interno que en el régimen soviético cada persona debía poseer para desplazarse de una ciudad a otra (p.155)

Al final de sus reflexiones, Agambem hace una particular comparación entre los leminos -unos pequeños roedores que viven en Eurasia- y el homo sapiens habitante del universo pandémico

Esta especie tiene la particularidad de emprender repentinamente migraciones colectivas sin motivo aparente que terminan con un suicidio masivo en las aguas del mar (157)

Un comportamiento realmente extraño pero que parece haber sido asumido por nuestra especie en la actualidad

Aquí el suicidio colectivo ocurre (…) de una manera artificial y complicada, pero el resultado podría ser el mismo. Los seres humanos no pueden vivir si no se dan razones y justificaciones de sus vidas, que en todas las épocas han tomado la forma de religiones, mitos creencias políticas, filosofías e ideales de todo tipo.

En efecto, prosigue el pensador italiano

Y es esto lo único que explicar que (…) millones de personas hayan sido sometidas a una vacunación masiva sin precedentes (158)

“Argumentum et silentio. Habla tu más fuerte palabra silenciosa.”

Así con esta cita de Paul Celan acaba Agambem su muy interesante recopilación de textos escritos durante el estado de excepción que padeció su pais durante los meses de emergencia sanitario.

Así acabamos nosotros nuestras modestas “meditaciones”.



 

 

 

 

 

 

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