DE LA PERTINAZ SEQUÍA AL CALENTAMIENTO GLOBAL

 

 


In illo tempore, gobernando el anteriorísimo y generalísimo jefe del Estado corría un chascarrillo por las calles de la Españas de Franco que rezaba más o menos así: “Españoles: después de una dura guerra y una más dura posguerra y a pesar de la pertinaz sequía hemos construido una locomotora” (Gritos de “Franco /Franco/Franco”)

Ya entonces como ahora los gobiernos echaban mano de los imponderables meteorológicos que en casos extremos se atribuían a una maldición supuestamente bíblica o a alguna atmosférica conjuración masónico-marxista.

También antes como ahora las gentes del común patrio han susurrado sus chanzas o simulado su hartazgo ante tanta matraca medioambiental y tanto pertinaz calentamiento global que recuerda no poco los lastimeros gritos de aquellos campos sedientos y sus cartillas de racionamiento.

Ciertamente -dónde va a parar- los actuales mandarines de la Gobernanza Global Milenarista no se basan en huera retorica imperial o en excusas inexcusables. Lo suyo es ciencia pura y acción pura certificadas notarialmente por las Naciones Unidas y sus bien cebados juglares.

¿O no?

LA CONTRAREVOLUCION BIOPOLITICA



 

El Cambio Climático está en todas partes y anda de boca en boca, recorre el Planeta como Pedro por su casa, y va y viene de uno a otro confín. Todo lo explica. Todo lo puede. Todo lo justifica. Todo lo abarca. Es todo en el todo.

Ante esta verdad revelada Estados, Organizaciones internacionales, Intelectuales míticos, Artistas mágicos, Premios Nobeles, Corporaciones empresariales, Fabricantes de sueños, Filósofos místicos, Influencers autistas, Marinos mercantes, etc… cierran filas y comunican al mundo restante y a la sociedad obediente las conclusiones que emanan de las Cumbres del Clima que cual sínodos de la Biopolitica climática global se celebran periódicamente para avivar conciencias y dictar sentencias. Lo que poco no es y a pocos importa ya.

Estas Cumbres emiten Agendas de obligado cumplimiento aun cuando siempre incumplidas sirven a la salvación virtual del Planeta que debieran aplicarse siguiendo un estricto protocolo, y sin embargo…

No importa. Lo que importa es que se “agende” todo lo posible que por agendar no quede,

Y sin embargo tal consenso cosmopolitico no parece quebrar la voluntad de negar lo evidente por parte de una especie humana critica minoritaria pero activa: son los Negacionistas climáticos. Una autentica peste. Culpables por antonomasia, fósiles humanos a sueldo de los fósiles combustibles. Canallas.

A pesar de esta perversa herejía, la fe Biopolitica tiende a comunicarse y se comunica tenazmente que mientras haya dinero sobre la mesa el consenso es inagotable.

En efecto, se mire donde se mire ya en cualquier documental de la naturaleza ya en un informativo de alcance o incluso en plena retrasmisión deportiva y hasta en las mismísimas terapias de psicología y letras; todos o casi todos, los ciudadanos del globo terráqueo asumen un terror pánico, una angustia vital ante la inminente catástrofe provocada por nosotros mismos a causa de nuestras criminales emisiones de CO2.  Hablamos de jóvenes, adolescentes tratados mentalmente por sufrir inéditos trastornos psíquicos derivados de una comprensible obsesión por el inminente geo apocalipsis narrado en directo por Greta Thurnberg.

No hay duda: somos nosotros los Hijos del Antropoceno los culpables de haber dejado una huella ecológica indeleble que debemos borrar como sea. De no hacerlo nos enfrentamos a la Sexta Extinción.

La emergencia global ha sido declarada y todos los medios son válidos para revertir nuestro pecado original, poco tiempo queda para lavarlo. Nuestro calderoniano delito es más grave aún que nuestro pecado: haber nacido y seguir reproduciéndonos impunemente.



 

EL “ANTROPOCENO”

 

Lo primero para centrarnos en la realidad de lo que podríamos denominar CONTRREVOLUCIÓN BIOPOLITICA es que debemos dejar de singularizar la doctrina oficial climática y hablar con el debido plural: CAMBIOS CLIMATICOS

Sí, es verdad. Existen evidencias científicas de los cambios climáticos sufridos por el planeta a lo largo de su existencia al menos lo que nos es dado conocer. Y así las cosas los partisanos de la emergencia climática y de la sexta extinción planetaria quieren mantener su versión por encima de todo y de todos.

Estos eco guerrilleros con bata blanca y estadísticas hiperbólicas ya han bautizado la nefasta Era en la que La Tierra fue y sigue asolada por ese mal bicho llamado ser humano. Lo llaman ANTROPOCENO (aunque para las académicas de la cienciológica feminista debería llamársele ANDROCENO para circunscribir el mal en el heteropatriarcado encarnado en el machirulo eterno, eximiéndose ellas por género y numero de toda responsabilidad dada su condición de permanentes oprimidas y negado su condición humana, que a veces la “invisibilidad “es desde una falsaria perspectiva histórica ecofeminista una buena cosa)

Sarcasmos aparte atendamos al libro José Luis Comellas

Jamás hubo un tiempo en que el clima fuera constate a largo, ni tal vez siquiera a corto plazo. Pero a la larga, todo exceso en un sentido o en otro se compensa.

Sin embargo, y este es quizás el principal quid de la cuestión que nos ocupa:

Solo ahora -desde fines del siglo XX- se piensa que las combustiones provocadas por el hombre, fundamentalmente a base del carbón y el petróleo, pueden estar rompiendo ese equilibrio

Mucho más adelante Comellas nos aporta un dato importante. Se trata de la creación en 1998 del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPPC).  Este “observatorio”

(…) define el cambio climático como “la modificación de las condiciones que operan en la atmosfera por obra directa o indirecta del hombre”.

Prosigue nuestro autor sacando la conclusión lógica que resulta de tales palabras

De ello puede inferirse -y de hecho se infiere- que no admite [ el IPPC] otra forma de calentamiento de la atmosfera que la de naturaleza antropogénica. No sabemos qué hubiera opinado el IPCC si hubiera tenido enfrentarse al clima tórrido del Terciario. Descartar otros factores es a todas luces aventurado.

El Antropoceno es un concepto esencial para comprender la verdadera naturaleza del discurso biopolítico contrarrevolucionario en esta “modernidad postrera” que Antonio Valdecantos pone a la luz

El nombre de “antropoceno” es una tranquilizadora denominación de la época en que naturaleza y espíritu ya no pueden deslindarse, si bien pertenece de lleno a la retórica glorificadora de la modernidad

Efectivamente desde el punto de vista de la antropofobia cultural las palabras son ansiolíticos para las mentes y los corazones de la nueva sociedad “Simbiótica” y sus algoritmos gnósticos

El antropoceno -prosigue el profesor Valdecantos- es la verdad del humanismo, y eso revela que el humanismo constituye un dispositivo tan verdadero, que de puro verdadero es falso

Indudablemente debemos estar muy agradecidos al liderazgo del Biopoder y a la Pachamama también. Ellos saben y además mandan ¿Qué más podemos desear?

Ingratos somos y así nos vemos.

LA TIERRA NO ES UN JUEGO

 

Desde que Al Gore aquel vicepresidente/florero de Bill Clinton escribiera su best seller “La tierra en juego” llevándose el Premio Nobel de la Paz que ya tenía su nombre antes de ponerse a escribirlo, una parte importante del movimiento ecologista y medioambientalista dio un giro inesperado hacia posiciones de institucionalidad sistémica funcionales a los intereses confluyentes de otros colectivos de tinte presuntamente progresista.

Todos ellos afines a la Biopolitica capitalista y surgidos a la sombra de la contracultura burguesa en la segunda mitad del siglo XX:” La segunda Ilustración”:

“Para la sociedad capitalista lo que importaba por encima de todo era la Biopolitica, lo biológico, lo somático, lo corporal. El cuerpo es una realidad Biopolitica, la medicina es una realidad Biopolitica” (Foucault dixit ,1974)

Y el Clima no podía faltar a estas nuevas realidades en modo ecocapitalismo amable y salvador.

En efecto, interesaba y mucho para la sociedad simbiótica Biopolitica potenciar la centralidad del mitema “Clima Mutante” que acoge en su seno atmosférico y totalitario a la “nueva humanidad” unidimensional, planetaria y diversitaria, comprometida muy profesionalmente con este épico combate financiado por gobiernos, empresas, millonarios filántropos, tecnológicas, foros mundiales, fondos financieros y un largo etcétera de donantes nada anónimos.

Agrupados con ellos en la “lucha final” los activistas de la Revolución sexual, de la Liberación de la mujer, el pacifismo armado, el antirracismo matón, el antifascismo obsoleto, el animalismo zoofílico, el transexualismo de guardería, etc. caben enteramente en la Nave del Misterio donde lo Contra Humano sirve a los objetivos de los verdaderos Devoradores del mundo, sus amos…y también los nuestros.

Sumar tales elementos difícilmente conciliables entre sí sigue siendo un rompecabezas irresoluble. Aun estando integrados de un modo u otro en el poder o en sus aledaños y protegidos por el discurso dominante de la ideología y sus delirios carecen realmente de capacidad transformadora de la que tanto alardeaban.

No hay ningún aspecto de la cultura popular contemporánea en el feministas y personas progresistas, antirracistas o LGBTQ+ no hayan dejado su impronta. Lo que hace treinta años era blasfemo es hoy banal y se trasmiten en directo desde nuestras pantallas

Para la autora de esta triunfalista parrafada Rosi Braidotti que hace un delirante encaje de bolillos en su libro Feminismo Poshumano, el Antropoceno es decididamente inhumanismo queer y ciborg: ecofeminismo bacteriana y olé.

De ahí a acusar a las vacas de arrojar bostas de efecto invernadero; o señalar al heteropatriarcado culpable de producir gases que destruyen la capa de ozono a causa de sus incontrolables flatulencias, hay un paso. Claro que matar vacas no es una opción muy viable, desde luego no en la India. Lo otro se podría estudiar.

Dicho esto, por no insistir en mas trivialidades, debemos dejar muy claro una cosa:

Siempre hemos tenido una actitud -desde nuestra lejana juventud- consciente de lo que significa nuestra Casa Común: ese espacio de convivencia de todas las criaturas y de todo lo creado para ellas y por ellas. Esta nuestra primera declaración de principios y si no les gusta no puedo ofrecerle otros.

La defensa de la naturaleza y la reconciliación de los hombres con ella ha sido siempre un noble ideal y un factor de trascendencia real que no podemos ni debemos dejar que se marchite o caiga en las manos equivocadas. Persona y comunidad son el camino adecuado en nuestra opinión para acercarse a este objetivo.

Un camino que conlleva una visión del mundo que no puede admitir que se ignore que el “hombre es un ser de transcendentales” (J, Maritain). Es decir, un ser que reconoce que, sin la Unidad, la Verdad, la Bondad y la Belleza no es posible “dialogar” con la Creación porque de Creación y Creaturas hablamos. Pero llámenlo quien quiera de otra forma que tampoco en esto hacemos acepción de palabras.

Acaso no podamos ya, mientras las condiciones antropológicas y espirituales de nuestra época persistan y se agraven, recuperar aquella intimidad de tierra y humanidad tan necesaria hoy y que, fuera de nostalgias pastoriles, no está perdida para siempre mientras no pretendamos forzar los tiempos y trastocar las realidades.

Hay cosas que la fibra óptica no va a cambiar ni siquiera auxiliada por el cannabis y la agricultura ecológica.

Se pueden al menos recuperar las relaciones que hasta hace no mucho unían a las personas por más ficticias que parecieran a unos o incluso radicalmente injustas para bastantes. Pero será aquí y ahora: la biodinámica no hace milagros. Los milagros son cuestión de fe y la fe no es un algoritmo.

El sentido de la familia no ha sido totalmente destruido, pero sí ha quedado muy dañado por los cambios de paradigmas sociales y culturales, y sobre todo por la negación de todo compromiso y de toda responsabilidad propio de la “cultura narcisista” (Ch. Lasch) que negando todos los valores termina ahogándose en sí misma como corresponde a su mitológico nombre.

Los lazos de respeto y amistad entre sexos están siendo gravemente atacados. Por la violencia criminal y la indecencia intelectual que es peor que la moral

Los vínculos generacionales y filiales desaparecen a la menor ocasión y conllevan rupturas dolorosas. Y no olvidemos que nos definimos como personas no por nuestra paternidad sino por nuestra filiación; como dijera Leonardo Polo “el hombre se define estrictamente como hijo”. Esto sin duda alguna es así: “El hombre es radicalmente hijo, pero no es radicalmente padre”.

Hay que empezar por ahí, por el principio que no debe confundirse con tradicionalismos de consanguineidad o con una mundanidad que se cree “consagrada” por convenciones sociales cuando deberían recordar antes que nada si son en verdad cristianos -de ellos hablamos- lo que dijo Su Maestro:

¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que esta los cielos es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mt 12: 46-50)

TIEMPO DE TINIEBLAS



 

En fin, si lo que pretendían los profetas del catastrofismo planetario era crear conciencia de los peligros de la acción humana irresponsable soslayando la presencia del capitalismo satanista no lo están consiguiendo; y en parte a causa de la insistente y contraproducente agitación programada en la inmensa mayoría de medios de comunicación y divulgación científica adheridos volens nolens a la Vulgata climática

Clima y Poder cabalgan juntos y no son pocos los que empiezan a rebelarse silenciosamente ante tal martilleo político publicitario cotidiano, que utilizar el miedo y la presión permanente solo conduce al rechazo general primero y a la contestación airada después.

No parece que el método imperativo/represivo esté funcionando por más que se toque a rebato contra los taimados “negacionistas climáticos” que no callan ni bajo el agua de “danas” ni sobre la tierra quemada por veranos calurosos que suelen serlo por definición…

Prosigamos.

Como se sabe, las Cumbres climáticas han sido los principales foros de ese consenso automático servido a la carta y principal medio de proyección internacional del agendismo mundialista y de la Contrarevolucion Biopolitica

La Agenda 2030 está en el centro del debate político más que en el interés público internacional y no tanto por los contenidos entre utópicos e hipócritas que se derivan del cumplimiento o incumplimiento de sus objetivos formales sino por la relación que establece entre las exigencias de unos y las capacidades de otros

El neocolonialismo ecológico empieza a estar bajo la lupa del verdadero antiimperialismo como una las estrategias más insidiosas que los países ricos utilizan contra los menos favorecidos y más endeudados más empobrecidos.

El control de los recursos está en manos de agencias mundialistas y de los países más ricos que imponen políticas que les benefician principalmente a ellos. A ellos que siguen explotando los recursos naturales de terceros países y vetando en nombre de la capa de ozono maltrecha y de las reservas de la naturaleza amenazadas el desarrollo de las sociedades más depauperadas

El cambio climático no es más que un problema imaginario que reside en las mentes de la clase media acomodada del mundo rico. Nadie más se preocupa por él. Los trabajadores explotados en minas del Tercer Mundo no se preocupan por él. Las poblaciones aborígenes devastadas no se preocupan por el (Denis Rancourt, Cit. Los mitos del imperialismo)

Esto es del todo cierto y no solo en lo que respecta al clima. Al No/Occidente que es la mayoría de la población del planeta no le interesan nada los asuntos que centran el debate político e ideológico del Occidente Póstumo. Y este asunto dogmático y omnipresente no lo es tanto en aquellos que contemplan nuestro occidental y accidental discurrir por la historia y por el mundo de esta hora presente con profunda indiferencia y cierto asco.

No en vano en las recurrentes cumbres planetarias los países del No Occidente están al cabo de la calle de las pretensiones verdaderas de los Estados abanderados de la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global las emisiones de CO2

ESPAÑA 2030

 

España como no podía ser de otra manera se ha destacado desde el principio en el acatamiento perruno de las líneas que presiden la Biopolitica climática.

La patética izquierda dominante española representada en su momento por el zascandil mayor del reino alias ZP y en la actualidad por P Sánchez y su Falcon itinerante que ha llevado el agendismo milenarista a rango ministerial vacío de contenido y lleno de las habituales mojigangas.

No hay problema donde se requiera la presencia majestuosa de nuestro Gran Líder que no salga a la palestra el Cambio climático y el Calentamiento global como en las arengas del Generalísimo aparecía siempre la pertinaz sequía y sus deletreos efectos cobre la sociedad española de aquel tiempo.

En las situaciones graves y en los asuntos banales junto a la empatía y la resiliencia, las referencias a la lucha común contra la conspiración del clima producida por nosotros mismos y que nosotros mismos debemos solventar bajo la paternal dirección de nuestro Al Gore particular. Campeón del planetarismo igualitario debe quedar claro que el dirige con mano firma y democrática este combate, aunque recaiga sobre los hombros de toda la sociedad darlo. Es lo justo.

Arde el monte o se inundan las ciudades no es él sino los afectados los que deben asumir la responsabilidad conjuntamente y si se producen errores esto es debido al sabotaje de los negacionistas emboscados empeñados en destruir tan alta misión sancionado por toda la ONU, la UE y la pléyade de altos organismos internacionales compuestos de científicos, políticos, ecologistas, banqueros, industriales que ya sabemos.

Si una inopinada precipitación pluvial provoca cientos de muertos, la Gobernanta mayor de la Unión Europa Úrsula Von Leyen manda el telegrama de rigor al premier español solidarizándose con estos ciudadanos españoles y europeos sin olvidar mencionar el Cambio Climático como fautor de esta desgracia.

Europa va bien.

Cuando a su vez, la ministra de Defensa del Estado español remontas estadísticas hasta el Neolítico para justificar el caos de las fuerzas de emergencia bajo su castrense brazo, no hace falta decir que la culpa de todo ya no la tiene solo Yoko Ono: ahora los diluvios caen de las nubes recalentadas por las emisiones de CO2 de vaya a usted a saber dónde, pero sin duda “antropogenéticos”.

España va mejor.

Y uno se pregunta: ¿desde cuándo no están diseñadas protocolariamente intervenciones de emergencia ante desastres naturales impredecibles, pero siempre posibles?

Respuesta: desde nunca

La imprevisión, la descoordinación, el despropósito general todo aunado no tiene origen atmosférico antropogenético. Aquí el factor humano es el único que cuenta de verdad.

Ahora bien, que no las tienen todas consigo lo demuestra lo acaecido durante el famoso apagón. Las grandes eléctricas y demás empresas ligadas a las energías renovables echaron de menos un poco de nucleares (también es energía “verde”) que tanto ellos como sus compadres parlamentarios y gubernamentales había condenado y que ahora dudan si resucitar.

Pero han sido las compañías eléctricas las que han hecho la ola a la economía circular, a la sostenibilidad y a las energías renovables casualmente en sus manos primorosas. Ahora se acuerdan de las centrales nucleares en proceso de desmantelamiento. Tarde.

La derecha cogobernante no tiene otra alternativa. Lo hemos visto. Los recursos del Estado de las autonomías y de la Monarquía de partidos son para el mantenimiento de la estructura sistémica, simbiótica y Biopolitica, más conocida como Democracia. Y vivir en una democracia “sostenible” es lo mejor que le puede pasar a los ciudadanos súbditos que para eso tienen con qué sostenerla: unas espaldas anchas y una servil empatía.

 

CONCLUSIONES

 

No hay que dejar de analizar los cambios climáticos, no hay que ignorar que los fenómenos naturales en estos últimos siglos han contado con la influencia de factores diversos incluidos los derivados de una industrialización general masiva y desordenada que además de llevar la explotación humana propia del capitalismo a gran parte del orbe han polucionado de forma intensiva e irresponsable la naturaleza hasta límites nunca vistos

Pekín puede ser un ejemplo de contaminación, pero no creemos que vaya a superar al Manchester de la primera revolución industrial es difícil convencer a países emergentes que no sigan el camino de las potencias imperialistas de los dos siglos anteriores porque evidentemente los nuevos gigantes económicos creen tener derecho a seguí su camino, y lo tienen, aunque la experiencia anterior puede ser una advertencia tanto como es un acicate.

Basta.

No somos dioses. No lo son los funcionarios de lo Contra Humano. No somos ni tanto como creemos ni tan poco como imaginamos. El clima cambia. Los tiempos tienen sus signos. Antes de salvar planetas debitaríamos salvar lo que nos hace seres humanos que es para lo que vinimos a este mundo no para hacerlo a la medida de nuestros caprichos ni de los intereses de los amos de este tiempo.

Lo que no hemos creado no lo vamos a destruir por mucho que nos empeñemos. Al menos hoy no toca, ya veremos mañana.

 

 

 

 

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